sábado, 15 de noviembre de 2008

LECTURA Nº 5. Manual de economía política. G. Longo. Editorial: Comunicación. Serie B.



¿Cómo se desarrolla la investigación?

La primera fase de una investigación es que el conocimiento científico siempre se inicia a partir de los hechos, a partir de la observación de los mismos. Pero debemos tener cuidado y advertir que cualquier observación es ya en sí misma un principio de análisis, pues lleva consigo una selección, comparaciones, deducciones, etc.

Gorki decía que "El hecho no es todavía la verdad, es únicamente su materia prima (...) hay que saber sacar un sentido al hecho".

"Por sí mismos, los hechos no explican nada. La tarea de la investigación científica no consiste en registrar y coleccionar hechos, sino en descubrir, tras la apariencia de los fenómenos, su verdadera esencia, en comprender la relación interna que existe entre ellos y en conocer las leyes de su nacimiento y desarrollo" (Curso de economía política, Moscú).

Por tanto, la primera tarea de la investigación consiste en observar los hechos, seleccionar los más significativos, descubrir las relaciones que los unen entre sí y evidenciar, en cada hecho concreto los aspectos más sobresalientes. Para estas tareas se hace imprescindible poseer un espíritu observador y una capacidad meditativa. Una vez se ha saciado esta primera tarea, deben encajarse esos resultados en un esquema coherente.

La segunda etapa del trabajo científico consiste en formular una hipótesis que explique el conjunto de los hechos de una forma lógica y coherente. En esta etapa del trabajo científico la cualidad esencial consiste en poseer una ardiente fantasía creadora. Schumpeter decía que los logros más poderosos de la ciencia son afines a la creación artística. La fantasía, es decir, la capacidad del pensamiento para crear mentalmente imágenes subjetivas distintas de aquellas observadas en la realidad, es decir, de aquellas que se desprenden de la percepción objetiva de la realidad a través de los sentidos, es precisamente esa propiedad característica del pensamiento humano gracias a la cual la conciencia humana, en principio simple capacidad de reflejar la realidad, adquiere esa capacidad de conocerla y modificarla. Conocerla porque la fantasía, al permitir la creación mental de toda una serie de imágenes y representaciones basadas en la observación de la realidad, pero que no vienen dadas por la realidad misma, permite formular las hipótesis que más tarde se comprobarán de acuerdo con los hechos. Modificarla porque permite al hombre crear mentalmente la imagen de aquello que no es (imagen ideal), pero que él pretende alcanzar o realizar. La fantasía es precisamente lo que diferencia al cerebro humano del cerebro electrónico, lo que hace al hombre sujeto activo, creativo. La fantasía se complementa con la intuición, gracias a la cual el pensamiento sólo analiza las versiones mentales (fantásticas) que le resulten más verosímiles (conocimiento) o más racionales (creación). Fantasía e intuición son características peculiares de la actividad nerviosa superior y son por tanto propias de los animales más desarrollados. A pesar de todo lo anterior, la ardiente fantasía creadora ha de estar controlada por una lógica férrea y rigurosa. Hegel decía que "en filosofía, el genio aislado no llega muy lejos: necesariamente ha de someterse a la severa disciplina del pensamiento lógico. Sólo mediante esta sumisión, el genio podrá alcanzar su plena libertad". (Enciclopedia de las ciencias filosóficas III, "Filosofía del espíritu").

La tercera etapa del trabajo científico consiste en comprobar rigurosamente que las hipótesis formuladas corresponden a la realidad de los hechos, para lo cual será preciso volverlos a observar, ampliando si es necesario el campo de observación a nuevos fenómenos, así como en profundizar el análisis de los hechos ya conocidos, controlando de todas las formas posibles el grado en que las conclusiones del investigador se ven justificadas. La mayor o menor correspondencia de los hechos reales con las teorías formuladas es el único criterio para comprobar la verosimilitud de una determinada hipótesis. El núcleo central de esta tercera etapa es la rigurosa comprobación de las hipótesis, bien mediantes observaciones posteriores, bien mediante todo tipo de experimentos. Un fuerte espíritu crítico y autocrítico es la cualidad fundamental que se requiere en esta etapa.

La cuarta y última etapa del trabajo científico consiste en modificar o sustituir las hipótesis anteriormente formuladas con los resultados de la comprobación realizada anteriormente. "(...) No hay ni puede haber oposición fundamental entre "teoría" e "investigacón factual"" (J. Schumpeter. Historia del análisis económico). Como se desprende de ese planteamiento, la elaboración teórica (conceptualización de los fenómenos y formulación de relaciones hipotéticas verificables) y la observación de los hechos (análisis) se complementan mutuamente, pero no coinciden, y ninguna de ellas puede sustituir a la otra. Si falta uno de estos dos aspectos del trabajo científico, deja de existir la ciencia. La ciencia nunca puede reducirse a la pura teoría abstracta ni a la pura investigación empírica. Cada uno de estos aspectos sin embargo, han de utilizarse en el momento oportuno.

¿Dónde ha de iniciarse la investigación; en la formulación teórica o en el análisis empírico? Schumpeter decía que la elaboración de una visión global de la realidad precede siempre al análisis de los hechos empíricos. Y Einstein decía que el pensamiento lógico es necesariamente deductivo, se basa en conceptos hipotéticos y en axiomas. Y es cierto; la elaboración, aunque en ocasiones revista formas muy toscas, o bien esté constituida por suposiciones puramente intuitivas o fantásticas, es siempre la que precede y guía al proceso de búsqueda de los hechos. Los hechos siempre constituyen la base de una elaboración teórica, pero el hombre, en el momento de iniciar la investigación, mucho antes de que haya empezado la formulación teórica, posee un bagaje de conocimientos y observaciones empíricas, constituido de forma más o menos espontánea. El hecho de dedicarse a una investigación concreta presupone ya un cierto interés teórico: plantearse un problema constituye una primera formulación teórica que inicia la verdadera investigación, consciente y razonada.

El trabajo de un estudioso aislado está siempre integrado en el seno de la actividad investigadora colectiva, social, humana. ¿Cómo? El investigador individual utiliza para su trabajo:

- los hechos observados, descubiertos y analizados por él mismo, y también los hechos observados, descubiertos y analizados por otros.

- lo mismo hace con las hipótesis formuladas por otros investigadores.

En definitiva: utiliza las conclusiones y las elaboraciones de otros científicos como partes integrantes de su propia investigación y elaboracón. Su investigación será asimismo utilizada por otros científicos y se convertirá en uno de los momentos del proceso de investigación y elaboración de la humanidad, y contribuirá a acercarnos a la verdad como tal, es decir, a la verdad absoluta. Por tanto, el patrimonio cognoscitivo de la humanidad está compuesto por el conjunto de las investigaciones individuales.

De todas estas características peculiares del proceso de conocimiento se derivan dos importantes consecuencias: a.) La condición esencial para poder utilizar los resultados de las investigaciones hechas por otros es que por nuestra parte hayamos ya iniciado una elaboración propia. b.) No sólo las concepciones y las ideas evolucionan históricamente, sino que también lo hacen los conceptos que las expresan. Razón por la cual todo investigador debe, en cierto sentido, crear por sí mismo el aparato conceptual que necesita. Para entendernos, es imprescindible desarrollar nuestro propio sistema de conceptos.

En conclusión:

- Toda ciencia tiene un determinado objeto de investigación concreto (que permanece relativamete estable).

- Toda ciencia utiliza un determinado método de investigación (que evoluciona con cada nueva etapa del desarrollo científico y es enriquecido a medida que van sucediéndose las visiones de la realidad que ofrece la ciencia).

- Toda ciencia tiene una determinada visión de la realidad (que mediante sucesivas investigaciones va enriqueciéndose y ampliándose, se profundiza y modifica en sus particularidades, hasta el punto en que da paso a una nueva visión que explica mejor que la anterior los hechos y fenómenos descubiertos y comprobados). Esta visión de la realidad está formada por dos elementos distintos: 1) los hechos y relaciones comprobados científicamente; 2) los hechos y relaciones deducidos lógicamente, hipotéticos, temporalmente supuestos, que integran a los momentos aislados de la visión en un conjunto coherente. ¿Cómo se desarrolla esta visión de la realidad? 1) A la luz de nuevos datos, una parte de las suposiciones aceptadas anteriormente dejan de ser satisfactorias y son sustituidas por otras suposiciones que se acercan más a la realidad; 2) Como consecuecia de lo anterior, el esquema científico adquiere un nuevo aspecto, a pesar de que todos los hechos y relaciones comprobados que fomaban parte de la visión precedente también pasen a ser parte orgánica del nuevo esquema de la realidad.

De todo lo anterior se deduce una conclusión importantísima: en la ciencia lo esencial es el método científico, si tenemos en cuenta que el objeto de la ciencia es proporcionar una visión cada vez más exacta, el aspecto esencial de toda ciencia es su método de investigación.

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